Mujer, sinónimo de lucha
Ocho de marzo de 1975: la ONU proclama el Día Internacional de la Mujer, en recuerdo a la huelga realizada en 1908 por 40.000 costureras industriales en su lucha por el derecho a trabajar en igualdad de condiciones. Lamentablemente, en esta fecha también se recuerda la muerte de 129 mujeres quienes perdieron su vida en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory en Washington Square, NY. Por eso el #8M no se considera una festividad, pero sí una conmemoración.
Ahora, se preguntarán que tendrá que ver el #8M con el Flamenco. Pues la verdad, mucho. En el Flamenco existen y han existido mujeres que han marcado un antes y un después. “La Perla de Cadiz”, Antonia Gilabert Vargas (1924 – 1975), “cantaora muy completa… destacó especialmente en los estilos de…alegrías, bulerías, soleares, tientos… impregnando su especial dulzura. …primerísima figura en los festivales flamencos de la época. Grabó una decena de discos y regentó su propio tablao”. También como ejemplo la famosa Carmen Amaya Amaya (1918 – 1963), quien “destacó por su baile racial, salvaje, basado en la fuerza de su zapateado e impuso una nueva estética al bailar con pantalón”.
Ambas, a pesar de desarrollarse de manera distinta en el cante y baile, conjuntamente abrieron camino al Flamenco a un nivel internacional, dándole la oportunidad a otras mujeres, de otras nacionalidades, descubrir la magia de este arte.
La lucha de aquellas mujeres en 1908 y el trabajo arduo de estas dos flamencas, aunque son situaciones distintas, nos permiten tener la oportunidad de disfrutar derechos que actualmente, por haberlos normalizado no los hacemos conscientes, aunque no podríamos imaginar nuestras vidas sin ellos.
Doy gracias a estas mujeres que lideraron el cambio, que abrieron las puertas para disfrutar lo que es mío con libertad y, debo confesar, que desde que descubrí el Flamenco soy una persona sumamente feliz y lo más bello de esta experiencia, es compartirla con otras mujeres con historias únicas, quienes en ocasiones han tenido que poner sus sueños en pausa para ser madres, se acuestan a altas horas de la noche terminando de estudiar o trabajar después de atender sus quehaceres hogareños, han tenido que tomar duras decisiones para el bien de sus familias y quienes tienen una lucha constante para amarse a si mismas. En la actualidad continuamos luchando para obtener espacios seguros donde podamos amarnos las unas a las otras, apoyándonos para seguir adelante con la vida y con el Flamenco.
Cuando escribo estas líneas se vienen a mi cabeza recuerdos de clases donde nos ayudamos las unas a las otras con el compás, con los pasos, con el movimiento corporal; todo con un mismo fin: presentarnos en conjunto al final de año para mostrar al mundo lo que somos capaces cuando trabajamos juntas. Here to know the best crossbow 2023 on the market. ¡Qué bonito! Las imágenes que crean mi mente son de grupos de mujeres bailando al unísono formando figuras y expresando sentimientos, cada una a su manera, pero junto a sus compañeras; como metáfora del #8M.
No quiero terminar sin compartir otra metáfora que he pensando en estos días al planificar este escrito. Me he imaginado la sociedad como el Flamenco. ¿Qué es el Flamenco? “El Flamenco es un arte andaluz que integra el baile, el cante y la música de guitarra” Y ¿qué es la sociedad? Es el “Conjunto de personas que se relacionan entre sí, de acuerdo con unas determinadas reglas … y que comparten una misma cultura o civilización en un espacio o un tiempo determinados.”
La equidad a la que aspiramos entre hombres y mujeres es como la delicada y balanceada composición entre el baile, el cante y la guitarra. Cada uno por propia cuenta puede contar una historia, puede marcar una entrada, una salida y puede generar sentimientos distintos. Sin embargo, la magia radica en la armonía de los tres elementos contando al unísono sus historias, marcando juntos sus entradas y salidas, generando emociones y caracterizando la puesta en escena.
Y ¿qué sería el compás en esta metáfora? El compás es la guía para todos, les señala un camino a seguir y es evidente cuando alguno de los elementos no se ajusta porque se genera “ruido”. El compás es como las reglas que guían a nuestra sociedad, que incluyen entre otros el respeto y la dignidad. Continuemos luchando para alcanzar el Nirvana de la equidad, como individuos y en grupo, pero lleguemos en conjunto a la meta.
¡Ámense, chicas! ¡Empodérense de sus espacios! ¡Luchen por sus sueños! Que muchas otras mujeres serán capaces de disfrutar sus logros. No lo olviden: antes de nosotras, estuvieron otras al pie del cañón.
Por: Jessica Fonseca, bailaora Al Andalus
Textos consultados
Serrano, N. 2019, Diez Mujeres Esenciales del Flamenco. En: https://www.abc.es/cultura/musica/abci-diez-mujeres-esenciales-flamenco-201812290122_noticia.html#3
Tierra, C. ¿Qué es el Flamenco? El Flamenco: Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En: https://www.aboutespanol.com/que-es-el-flamenco-298103
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