Por Naty

Recuerdo nuestro primer “Al Ándalus en Nochebuena”, en el 2007, con mucho cariño. Como todos, fue un espectáculo que preparamos con mucha dedicación, pero por el tema quizás aún más. La Navidad es una época de mucha alegría para nosotros.

 

Ese año esperábamos a Triana, que hoy es toda una niña hermosa, inteligente y talentosa. Este año bailará en el escenario. Y desde el público tendremos a Maite, la nueva princesita de la Academia. Bailó Caty, otra de nuestras amigas flamencas, quien hoy vive en España y que este año dio a luz a Hugo, por quien rezamos mucho en sus primeros días y que gracias a Dios está bien, gracias al amor que lo acompaña.

 

Pero además, la Navidad siempre ha sido para mí muy especial. Por esas fechas, celebramos el cumpleaños de una de las personas más importantes de mi vida, mi hermana Sophía, y el mío, que siempre me gusta celebrar al lado de mucha gente que quiero. Es época de unión, alegría y esperanza, y esa esperanza se plasma en este espectáculo de principio a fin.

 

Hoy hay muchísimas caras nuevas en el espectáculo, porque la familia ha crecido. Como en muchas familias, varias han dejado el nido y vuelan por otros aires. Hay coreografías distintas y renovadas, así como algunas letras nuevas. Hay más flamenco, mucho más, más nivel, más técnica, más dificultad.

 

No somos los mismos. Miramos para atrás sin remordimientos, con orgullo y agradecimiento. Yo, en especial, doy las gracias por poder repetir y mejorar momentos hermosos de la vida que abrigan el corazón. Todo un lujo, sin duda. Gracias, gracias.