Navidad entre lunares
Definitivamente desde siempre mi época favorita del año es Diciembre. Se siente en el aire y en la actitud de la gente y eso hace de este mes muy especial y diferente a los demás. La Navidad nos invade a todos y es una mezcla de nostalgia y alegría que no se siente en ningún otro momento del año.
Si cierro los ojos puedo hacer un recorrido por Navidades y fines de año que tienen mucho valor sentimental: las mañanas del 25 de diciembre cuando abría regalos y despertaba a todos a las 6 a.m., la casa de muñecas que fue el regalo favorito de mi infancia (porque ya de grande supe que la construyeron y pintaron mis papás y hermanos), la narración de Radio Reloj en los últimos minutos del 31 de Diciembre, la cual siempre me ha parecido muy pintoresca porque es una combinación de ansiedad, alegría y un poco de angustia, como si fueran los últimos segundos de vida en este mundo, jajaja. Y si sigo, no termino de recordar cosas muy significativas.
Ya de grande los recuerdos más vívidos de esta época no son las cosas materiales, si no los momentos con los que quiero, mi familia y amigos. Ya la Navidad no se basaba en regalos sino por ejemplo en la alegría de esperar la llegada de mi hermano Rodolfo que estudiaba en el exterior y venía a pasar fin de año con nosotros, reunirnos en familia y compartir. También la llegada de mis sobrinos hacía que la Navidad la volviéramos a vivir a través de los ojos de su inocencia.
Pero además de todo lo que describo, esta es la época en la que piso el escenario entre lunares, tacones, castañuelas, abanicos, flores y 50 compañeras de Al Ándalus damos todo por nuestra pasión: bailar flamenco.
Creo que esta época no sería la misma sin la emoción de ensayar a horas muy tempranas, los últimos fines de semana del año. El reunirnos todos los grupos de diferentes niveles de la academia y saludarnos como si fuéramos primas que nos queremos mucho, pero que pocas veces al año tenemos la oportunidad de estar todas juntas y para un fin común.
La pasión por nuestro baile hace que, a pesar de que es una época de muchos compromisos, nos las arreglemos para estirar los horarios en nuestras agendas y poder bailar. Creo que no soy la única a la que las amistades le reclaman porque no puedo asistir a reuniones, cenas, fiestas y demás actividades típicas de la época, porque siempre sale a flote la famosa y poderosa frase de: “ No puedo porque tengo ensayo”. Why the most hunters would like to buy the best crossbow for hunting? Alguna que otra amistad o familiar se resiente, pero se les pasa cuando nos ven en la presentación y saben que lo que vivimos en el escenario nos llena por completo y lo único que queremos es entregarlo con amor al público.
Sólo espero tener muchos Diciembres más para poder seguir compartiendo con mis compañeras sin importar todo lo que corra para que me dé tiempo con el trabajo, el flamenco y demás compromisos. No importan las madrugadas y sacrificar de vez en cuando otras cosas, porque en el momento en que piso las tablas y suena el primer acorde de la guitarra, mi cuerpo y alma se llenan de una energía indescriptible que quiero compartir con los que están al frente viéndonos. Es por esta razón que mi Navidad es tan linda, porque además de mi familia y amigos, mi Navidad se vive entre lunares que son mi segunda familia.
Laura Soto Castro
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