Recuento 2013: De naranjas, violines y guitarras
Por Rocío.
Este es el primer post del año y es muy significativo porque hago un recuento del trabajo que realizamos durante el año pasado, entonces recuerdo mucho y me sirve para reflexionar sobre las experiencias vividas.
El 2013 inició con los talleres que preparamos para el verano, donde trabajamos diferentes aspectos de la técnica, los palos y compartimos con compañeras de diferentes grupos en un espacio de aprendizaje para todos. Los resultados fueron muy satisfactorios y además, los disfrutamos mucho.
Luego nos preparamos para el mes de abril, donde tuvimos la oportunidad de compartir con un público maravilloso en el X Festival Nacional de las Artes: Entre el Valle y la Villa. Las voces del cante rompiendo el silencio y produciendo ese efecto particular que tiene el flamenco, en compañía de amigos con los cuales disfrutamos no sólo ese sábado por la noche, sino también en los ensayos previos y en la cálida sobremesa al filo de la media noche. El baile ensayado con esmero fue ejecutado con mucho carisma, basta darle un vistazo a las fotografías tan hermosas que aun así no logran reflejar la emoción de quienes acudieron esa noche a compartir con Al Andalus.
Luego como ya es tradición, Al Andalus participó en la celebración del Día Mundial de la Danza: Danzatón, donde compartimos con compañeros de otros grupos y de otras disciplinas de la danza y pasamos un rato muy agradable, no sólo en el momento de la función sino en todo el tiempo de ensayo y camerino.
Para Junio participamos en el Día Español organizado por el INBIOparque. En el anfiteatro que está cerca de la laguna y con un público muy cálido. Esa tarde compartimos una hora de cante y baile flamenco, hasta la más peque (mi hija Triana de 5 años), decidió que era tiempo de subir al escenario para compartirlo con sus “tías”.
Después llegó Julio a marcar no sólo la mitad del año sino la despedida a un amigo muy querido que nos acompañó puntual, desde que recuerdo, a las puestas en escena: Don Andrés Sáenz. Las castañuelas y zapateados de ese 6 de Julio complementaron la ejecución por parte de la Banda de San José de la “Danza del Aire” de la obra De Profundis, del compositor David Hurtado; y del “Fandango de Doña Francisquita” de Amadeo Vives. Al Andalus los dedicó a la memoria de Don Andrés.
Bajo la dirección musical de Francisco Javier Gutiérrez Juan, director de la Banda Municipal de Sevilla, y con un Teatro Nacional completamente abarrotado, en palabras del Director General de Bandas, Marcial Flores Fallas, el concierto estelar de la Banda de San José del 2013 marcó “un antes y un después para las Bandas en este país sin lugar a dudas… tocando a teatro lleno hasta más no poder, boletos vendidos en su totalidad con dos días de anticipación…”
Desde Julio se intensificó el trabajo para la puesta en escena de Diciembre, pero antes había que cumplir con una de las citas más agradables del año que nos permiten llevar el flamenco a un público diferente. Por cuarta ocasión, Al Andalus participó en el programa de Teatro a Mediodía de Teatro Nacional cuyo objetivo principal es ofrecer la “oportunidad para estrechar lazos entre el público ávido de buenos espectáculos artísticos, a una hora no tradicional, pero óptima para apreciar una buen acto artístico, a un módico precio, casi simbólico”. Con un extracto de “Flamenco a la Carta”, 12 bailaoras y las actrices Sylvia Sossa y Nathalia Mariño, nuevamente a teatro lleno, compartieron algunos secretos de cocina y recetas escritas desde el corazón de algunas de las bailaoras de Al Andalus.
Luego de esta agradable experiencia, a toda máquina enfilamos hasta un espacio mágico que nos evocara El Patio de los Naranjos. Con un equipo de trabajo de muy alta calidad y a quienes agradezco de manera especial la buena disposición y las ganas con que acogieron el proyecto: Sylvia Sossa (dirección escénica), Natalia Rodríguez y Alicia González (coreógrafas), Hannia Amador (vestuario), ellas mis cuatro manos derechas, Felipe Loáiciga (dirección de sonido), Nereo Salazar (dirección de luces), Federico Lang (Caramba Films), Maureen Estrada (fotografía), Carlos Zegarra (diseño gráfico), la puesta en escena de NARANJAS Y LIMONES inspirada en la novela de Jostein Gaarder, La Joven de las Naranjas, y en los cuadros del pintor cordobés Julio Romero de Torres, fue el broche de oro para despedir un año más de compartir el flamenco que tanto me gusta.
El olor a azahar, el verde brillante de las hojas, las tonalidades de amarillos y naranjas, el pincel que se movía como si bailara sobre el lienzo y la mujer que pintaba con un discurso propio y muy íntimo. Se sumergía en el asombro, en los colores propios de la vida, en la sencillez de la naranja. Celebró con los tonos brillantes y lloró la pérdida entre grises y negros, para finalmente colorear en una esquina de manera casi imperceptible, una diminuta flor blanca como signo de esperanza y agradecimiento por lo que se nos permite vivir.
Para mí el 2013 fue un año en que los pequeños detalles adquirieron significado, entre ellos ver a mi hija Triana bailando por primera vez en un teatro. Espero y les deseo, tal como lo menciona Jostein Gaarder que en el 2014 permitan que el asombro de los milagros cotidianos llene cada uno de sus días y por supuesto que nuestro año esté lleno de flamenco!
Feliz 2014!
PD. Gracias a todos los amigos que nos permitieron guardar los recuerdos del 2013: Haché Méndez (KIE foto), Luis Alvarado, Maureen Estrada, Valeria Arguello.
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